"Nos encontramos aquí felizmente con el pintor valenciano Héctor Dols García (Alaquás, 1966) que, en plena madurez de sus facultades artísticas, ha conseguido recrear un estilo figurativo eminentemente clasicista, pulcro y armónico, y que, sin el propósito de innovar técnicamente, recupera, con honradez y sentimiento, una forma de hacer pintura muy próxima a los postulados románticos del siglo XIX. Por todos es conocido que desde hace algunas décadas ha ido elaborando paso a paso un lenguaje pictórico figurativo centrado en el paisaje, profundamente vivo, palpitante y luminoso, de honda sutileza de observación, de recatado contenido sentimental y de intenso contenido bucólico por su capacidad de ensoñación, sus valores armónicos y su contenido imaginativo.
Debo de confesar que he seguido con bastante interés y cercanía el trabajo desarrollado por Héctor Dols, desde mi condición de crítico de arte, pero también de admirador y amigo, comprobando la pasión, la entrega y el esfuerzo que ha hecho para conseguir esta obra y exhibirla en condiciones satisfactorias. Su empeño y su esfuerzo ha hecho posible esta muestra que permitirá al público y a la crítica conocer la obra de un gran pintor, un hombre modesto, discreto y apasionado, reacio a toda forma de comercializar con su obra, alejado voluntariamente de los centros mediáticos y galerísticos, y obsesionado únicamente por conseguir una obra total alejada de modas y maneras.
Así, pues, celebro de corazón esta iniciativa de mi amigo Héctor Dols de volver a presentar su obra más reciente después de bastantes años de ausencia con el público y la crítica. Años de ostracismo expositivo, pero no de trabajo creativo continuado y persistente, como lo evidencia este conjunto de obras en las que irrumpe con toda su sensibilidad y, a la vez, ternura de sus pinceles en los paisajes de secano, sus troncos de árbol masacrados, sus lagos y estanques de espejos, y en sus panorámicas urbanas nocturnas, con las que nuevamente se reafirma como un pintor importante, poseedor de un lenguaje pictórico personal y propio que conecta rápidamente con el espectador. Ha llovido bastante desde su última individual y aparece hoy en esta muestra mucho más creador, con obras de nuevo cuño y con una sensibilidad más sólida y desarrollada.
Yo creo que las obras actuales de Héctor Dols son importantes por su factura, y también muy arriesgadas por mantenerse en un registro figurativo muy cercano al romanticismo poco habitual en estos tiempos de desconcierto posmoderno, y que ofrece una escenografía rica donde los valores artísticos se mantienen.
Para finalizar sólo debo de felicitar a Héctor Dols por su perseverancia, por su trabajo continuado y por su pasión artística, la única forma que tiene un verdadero creador de conseguir una obra personal y maestra. Y en este sentido, doy fe que mi amigo lo ha conseguido."
Francisco Agramunt Lacruz
Periodista, crítico de arte y escritor